“La música expresa lo que no se puede decir y aquello sobre lo que es imposible estar en silencio”. Victor Hugo
Existe un extensa lista de expresiones “folclóricas” vascas que incluye cuentos, mitos, canciones, danzas y la recitación de versos improvisados, o los llamados bertsolaris. El bertsolarismo es una poesía oral improvisada con versos, música e idioma propios del País Vasco, que se representa de forma cantada…
Su esencia es la improvisación y el canto, y siempre lleva una métrica establecida. Se compone de tres aspectos fundamentales que son sus ingredientes: melodía, letra y música…
Hasta el siglo XVI un gran espacio dentro de la cultura lo ocupa la literatura oral, que fue y sigue siendo muy importante en los cancioneros populares, las pastorales y en esta poesía. El folklore y la literatura popular tuvieron, en toda Europa y como base, el analfabetismo del pueblo. Pocos eran los que sabían leer y escribir, de forma que las narraciones pasaban oralmente a ser memorizadas entre generaciones. La música también estaba en pleno desarrollo formal, con sus escrituras y anotaciones en ciernes, desarrollándose en los centros culturales de relevancia como son los monasterios.
Aquí surge este tipo de poesía propia de Euskadi. Literalmente, versolarismo. Los bersolaris improvisan o incluso cantan versos en euskera, llamados bertsoak.
Una forma de expresión teñida de arte
La literatura y música popular no tenía escritura formal. Anotaciones, ritmos populares, entonaciones, escalas y tonalidades arraigadas y repetitivas que fueron formando parte de la cultura local. El folclore en sí mismo es la forma de expresión libre de una comunidad o pueblo, la espontaneidad mezclada con el arraigo de los tiempos, son ingredientes necesarios para constituir una forma de ser y de entenderse, de divulgarse y, de conocer el arraigo de cada pueblo.
“La poesía no quiere adeptos, quiere amantes”. Miguel de Cervantes
Tradicionalmente, los temas sobre los que cantaban los bertsolaris se tomaban de la vida cotidiana. En el siglo XIX los contenidos que destacaron fueron la guerra, la nostalgia por la tierra y la pérdida de los fueros, con bertsolaris como Pierre Topet “Etxahun» o José María Iparragirre con su “Himno al Árbol de Guernika”. Hoy en día siempre son en relación a la sociedad del momento, y comunes las referencias a personajes ficticios, a la literatura, al cine y a los temas de actualidad mundial. Es una manifestación popular en todo el país Vasco, un cantar espontáneo que surge del grupo en comidas y reuniones. Es un reto poético, una expresión del sentir, un alarde, una forma de expresión teñida de arte.
Los bertsolaris improvisan y cantan versos en bodas, fiestas populares o simplemente en reuniones en los bares. No se suele dar demasiada importancia a la música por sí misma. En ocasiones, algún intérprete con talento musical prueba una melodía nueva, pero la mayoría de los versos se engloban dentro de un repertorio musical familiar. Tener buena voz es una ventaja, aunque pequeña, ya que a los bertsolaris se les juzga principalmente por su capacidad para componer en el instante versos brillantes.
La competición Bertsolari
En las competiciones, es probable que se desarrolle una narrativa en la que cada participante responde al último argumento del oponente. El propio canto crea contextos sociales de comunicación muy especiales. La improvisación también está muy relacionada con el momento, es decir, con la elaboración inmediata de los versos. Cada momento será irrepetible, al igual que cada verso. La participación del público es crucial en toda la actuación, puesto que la improvisación hace que cada palabra cantada sea una creación impredecible. Hoy en día, el público abarca un amplio abanico de edades, ocupaciones e intereses culturales.
Actualmente los bertsolaris más conocidos son jóvenes, y todos ellos han sido formados y algunos también publican poesía. Tradicionalmente la mayoría de bersolaris han sido hombres. A partir de 1960, comienza la época del bertsolarismo actual ,y dada la fuerte revuelta social en Euskadi en esa época, éste se convierte en una manera de defender la cultura y la libertad. En este sentido destacan Jon Azpillaga y Jon Lopategi dado su compromiso político. Otros artistas destacados son: Sebastián Lizaso, Xabier Amuriza, Jon Sarasua, Unai Iturriaga, Anjel Peñagarikano, etc.
No obstante, la presencia de bertsolaris femeninas se ha hecho común recientemente en los campeonatos que se celebran cada 4 años. La ganadora de dos ediciones en el Campeonato de Euskal Herria de Bertsolaris ha sido la joven Maialen Lujanbio Zugasti. El primer campeonato oficial fue en el año 1935. Al comenzar la Guerra Civil Española se detuvieron los campeonatos, y 13 años más tarde, después del franquismo se volvieron a reanudar. Se trata de una competición en la que los bertsolaris se enfrentan entre ellos, mientras son valorados por los jueces.
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